Ainara voy a trasladarte mi sensación sobre el curso de Reiki, así como mi experiencia personal.
A pesar de que el Reiki había llamado varias veces a mi puerta en estos últimos años y de que mi intuición me decía que ese era el camino correcto, no ha sido hasta este año cuando he sentido que estaba preparada. Después del curso, estoy agradecida de que mi maestra haya sido Ainara Iturregui y de conocer el Jikiden Reiki. Ainara nos hizo conocer la técnica del Reiki, desde su historia hasta su aplicación práctica. Se formó a un grupo reducido y pronto se creó un clima de confianza entre todos. Fue rigurosa en trasladarnos cada aspecto del curso desde la más absoluta humildad y en disposición de aclararnos cualquier duda, pero siempre pendiente de que nos encontráramos cómodos.
En lo que respecta a las sensaciones que yo tuve, fue cómo si rápidamente entendiera lo que me decía mi cuerpo a nivel emocional, aunque obviamente necesitaba las explicaciones correspondientes para entenderlo por completo. Siento como si finalmente hubiera abierto la puerta correcta y a través de la cual tengo que vivir muchas cosas. Por otro lado, me invade una sensación de responsabilidad grande a la vez de la satisfacción de estar haciendo lo correcto. Espero seguir avanzando en la técnica de Reiki y poder seguir formándome en el segundo nivel.
En mi experiencia como paciente de Ainara, mi sensación es que en cada sesión de Reiki me sostenía el alma. Yo estaba en pleno proceso de dejar ir las cosas, aceptar mis emociones y de crecimiento personal y el Reiki me sostenía. Además de los beneficios que creo que puede ofrecer el Reiki, se crea un vínculo muy importante con la persona que lo aplica.