¡Yo encantada! ¡Sólo puedo decir cosas buenas!

La primera vez vine sin saber nada, buscando soluciones, porque no sabía ni lo que era Reiki. Y noté mucho cambio desde la primera sesión. Recuerdo aquella misma tarde en casa, la cara de mi marido cuando le abrí yo la puerta. Normalmente por las tardes estoy muy cansada y ya me tengo que tumbar. Su cara de asombro al verme de pie: -¿¡Y estás bien!? ¿¿A estas horas?? Y entonces  le cuento lo que había hecho. Habia estadao en mi primera sesión contigo Ainara. Además de estar sin dolor, me sentía llena de vitalidad. Seguí con las sesiones de Reiki combinadas con acupuntura durante 6 meses, y después de este tiempo realicé el curso de Jikiden Reiki. Y desde entonces, ¡yo feliz! Práctico todos los días Reiki.

Hacía 3 años que estaba con dolores de espalda y una pierna inmovilizada que no me dejaba ni apoyar el pie. Visité muchos médicos, el diagnostico era varias hernias de disco, desgaste, inflamación en los huesos de la columna… y sólo me ofrecieron 8 sesiones de ozono para ampliar la distancia entre los discos y que no me tocase el nervio. Mi última opción fue la clínica de Navarra. La respuesta fue la misma, no me podían operar, porque la única solución era inmovilizar y me consideraban muy joven para ello. Esta noticia me sentó muy mal. ¡Tenía un disgusto! Empecé a hacer estiramientos, pero cada vez que los hacía tenía que estar 2 días en la cama y tomando pastillas del dolor.  Así que buscando en internet encontré Reikiaiumi y desde que vengo aquí, no he vuelto a tomar pastillas!!!

Unos meses después de realice también el segundo nivel de Reiki, ahora noto más completa mi formación, aprovecho para hacerme más cosas que tratar mi espalda,  me trato también a nivel emocional y  además puedo ayudar también a mis familiares.

¡Estoy feliz, todo el mundo debería de aprender Reiki!

Cristina Tanase

5.10.20