Empecé a practicar Chi Kung porque me dolían las rodillas y me notaba anquilosada. Desde que lo practico, me siento mucho más ágil y ¡salgo renovada después de cada clase!
Empecé a practicar Chi Kung porque me dolían las rodillas y me notaba anquilosada. Desde que lo practico, me siento mucho más ágil y ¡salgo renovada después de cada clase!