El sistema inmunitario constituye nuestro sistema de defensa frente a la invasión de sustancias extrañas o peligrosas, tales como bacterias, virus, hongos, parásitos, células cancerosas, así como órganos y tejidos trasplantados entre otras. Los antígenos son sustancias u agentes que el sistema inmunitario identifica como extraño o peligroso e induce una respuesta inmunitaria.
Los trastornos del sistema inmunitario aparecen cuando el organismo genera una respuesta inmunitaria contra sí mismo (trastornos autoinmunitarios tales como la Artritis Reumatoide, Lupus Eritematoso Sistémico, …etc) , cuando el organismo no puede generar una respuesta inmunitaria apropiada contra los microorganismos que lo atacan (inmunodeficiencia), o bien cuando se desarrolla una respuesta inmunitaria excesiva contra antígenos extraños generalmente inofensivos y daña los tejidos sanos (alergias). El sistema inmunitario protege a nuestro organismo con varias líneas de defensa de especificidad creciente, mediante barreras físicas, leucocitos y órganos linfáticos entre otros.
El sistema inmunológico nos protege contra las enfermedades combatiendo y eliminando las sustancias nocivas que invaden nuestro cuerpo o luchando contra los cambios perjudiciales que se producen dentro de nuestro cuerpo. Un sistema inmunológico debilitado compromete nuestra salud y no permite que las defensas naturales de nuestro cuerpo hagan su trabajo de combatir los gérmenes.
¿Cómo fortalecemos el sistema inmunológico?
Para mantener un sistema inmunológico fuerte es necesario seguir unas pautas en el estilo de vida. Es tan importante el descanso con un sueño reparador como el practicar ejercicio de manera regular que se adapte a tu edad y condición. La gestión del estrés, el vivir sin ansiedad y sin prisas es algo que debemos tener en cuenta en todo momento. Dejar la cavilación y el envolvernos a un pensamiento repetitivo constante. Así cómo mantener un equilibrio emocional, a base de fomentar la alegría y el carácter bondadoso. Por supuesto es importantísimo llevar una dieta equilibrada. Una dieta rica en antioxidantes, fitonutrientes, vitaminas y minerales así como melatonina. La capacidad digestiva mejora la capacidad inmunitaria, por lo que hay que potenciar la capacidad digestiva.
En el momento actual con la crisis de la pandemia en la que estamos sumergidos, estamos recibiendo un impacto psicológico que sólo en unos años podremos saber las consecuencias que esto nos acarreará. Se conoce que patologías como ansiedad, estrés, miedos incluso depresión son muy propicias a salir en un gran número de personas. Además de la sensación de aislamiento. Por lo tanto, debemos trabajar a diario en reducir el impacto psicológico.
¿Cómo vamos a trabajar el impacto psicológico desde el qigong?
El aislamiento y otras restricciones nos están causando mucho estrés, el cuerpo va acumulando y además de provocar emociones como miedos y ansiedad, que debilitan nuestro sistema inmunológico.
Primeramente no nos vamos a olvidar de la importancia de RESPIRAR. Algo tan simple como tomar control sobre la respiración favorece el eliminar la ansiedad de nuestro cuerpo, relajar nuestra mente y equilibrar nuestras emociones. El Respirar es nuestra gran fuente, con la que aumentamos a caudales la energía que dirigimos por nuestro cuerpo.
Debemos de cultivar nuestro espíritu para conseguir un equilibrio emocional. El Qigong nos ayuda con diversos ejercicios energéticos.
Vamos a empezar profundizando en el concepto de enraizamiento, como consolidamos esta sensación física y espiritual. Como sentimos el arraigo a la tierra que nos sostiene y no da equilibrio. Una vez tengamos esta sensación de sostén, podemos detenernos en equilibrar los canales de energía que recorren nuestro cuerpo. Eliminar posibles bloqueos, hacer fluir la sangre y eliminar toxinas de nuestro cuerpo.